Friday, May 26, 2006

De algunas veces el porqué escribo.

Ahí estaba ella, sola en la habitación, sin nadie más que Dios y esta grande nube de testigos. Ahh! y sin olvidar a la congregación de los justos hechos perfectos.
Ahí estaba sola, pero no tan sola en realidad.
Pensando en lo que pudiera escribir.
En los trozos de vida que pudiera dejar plasmados sobre el pseudo papel hecho líquido y cristal.
Estaba allí, pensando en algo gracioso para contarle a la humanidad (para que se riera un rato y dijera: ooh! que bueno!!!). Pensando en el correr de los segundos y minutos y de cómo se le escapaban por los dedos y por los poros y por aire, por el aliento y por todo lo que ella era.
Pidió sabiduría, pidió poder contar de tal forma los días, que trajera al corazón sabiduría.
Pidió ayuda al Espíritu para que, en algo tan sencillo como estas palabras, Él estuviera presente.
Pidió una inspiración divina.
Pensó en el tiempo perdido, en la novedad de vida que no vivía, en lo que era desde la fundación del mundo y en lo que se había convertido ahora.
Pensó en lo entretenido de escribir palabras que brotaban de su imginación (mezcladas con algo de vida); pensó en las influencias de tantos trozos de vida escritos por ahí que de alguna manera la inspiraron a crear.
Pensó: "¿Qué más da unos minutos más?"
Escuchaba la canción que decía "...corre la cortina... sólo azul- plata verás... caerás a sus pies y el bronce brillará...."
La iluminaba la luz del "papel". La miraban los rostros de detrás de la ventana.
No había nada especial durante esos momentos. Eran sólo momentos.
¿Perdidos? No lo sé. Pero le hubiera gustado hacer de aquellos los más inolvidables.
Tan sólo momentos, simples, de la común-unión.
Pidió al Espíritu: -por favor... sólo compártelos conmigo- y se echó sobre sus brazos dicíendole cuánto lo amaba y todo lo que ella lo necesitaba (porque es una menesterosa de ÉL) en algunas extrañas lenguas que sólo ÉL traducía y le pidió perdón por todo lo que no había echo durante el tiempo que he relatado esto.



Almendro en flor.


Y la palabra de Dios vino a mí diciendo: ¿Qué ves tú Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.
Y me dijo el Señor: Bien has visto; porque Yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

4 comments:

Anonymous said...

Hola niña... bueno tengo muchos maestros.. Jesus, los seres de luz (angeles komunmente yama2), los momentos ke me han enseñado lecciones importantes, personas ke han pasado por mi vida y me han dicho frases ke markaron mi kamino, maestros de Yoga, la simpleza de las kosas kotidianas de la vida, la belleza ke m rodea, las sagradas eskrituras, la kultura maya y muuuuuchos autores de libros. Brian Weiss, Wayne W. Dyer, Conny Mendez, Hermes Trimegisto, Platon enter otros... Hay tantos "maestros personales" ke puedes enkontrar en tu kamino... no solo puede ser Jesus, todo lo ke esta estipulado en el plan maestro de Dios es una leccion, lo ke te enseña es un maestro cierto??? hasta la mirada de un deskonocido puede ser un "maestro personal" ...
Bexox niña y siga su kamino, c l kiere y posteeme kuando kera.
xau ke Dios la bendiga proteja e ilumine.
-.+

Anonymous said...

hola marce..oye posteame poh...jaja yap
oye..no sera mucha letra tus comentarios y otros.,,,,a mi me da lata leer..pero bueno..hare un esfuerzo..ejejjeje ya eso....que esti bien y cuidate..Blessed

Anonymous said...

menos mal q cambiaste la foto po!
taba choreao de la otra
actualiza mas seguido esta kosa po
yap.. eso.. y sube una aonde salgai tu po :P
bendiciones de Dios sobre ti
q estes bien
xao

El Cristobal said...

excelente poder de redaccion y sintesis, esto suena very good, sigue asi.
me recuerda a los que escribo yo, algun parecido tiene.
¿o soy yo el que me parezco?