Para ti... "Un arbol del jardin"

Ahora hay alguien ... hay alguien que se pasea en mi jardín... fue uno de los que dejé ir alguna vez.
Él fue uno de esos que no quise capturar con las ramas.
Pero volvió.
Y por más otoños que le mostré, por más inviernos que le inventé mostrándole mis tallos desnudos y millares de hojas secas, igual quizo quedarse a esperar la primavera y, si fuera posible, tal vez, alguna vez... si Dios quisiera, un verano caluroso y compartido entre abrazos de frutos suyos y míos.
No quería al principio, pero lo dejé al fin. Dejé que se quedara y permití que conociera algunos brotes. Y en realidad lo hice porque no fue un peregrino más, si no que realmente se dió el tiempo de reconocer la tierra y aceptarla tal como estaba, o sea, bastante salvaje e inóspita.
Así pasaron los meses y conquistó poco a poco el clima, el día, la noche. Conoció uno a uno los pliegues de mi corteza y aunque me dolío, dejé que hiciera un corte y llegara al centro de mi corazón.
Exudé savia profunda, espesa.
Y florecí. Florecí con miedo al comienzo (por eso las flores no se muestran por completo cuando nacen) pero poco a poco su mano segura y firme y su aliento de manzanas me dieron el valor de abrirme de par en par y darle mis aromas.

Ya por fin el amor vino a mi.
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Mi querido Cristóbal: Esta historia es para ti.
Espero que la entiendas.... plop!...jeje
Y que sientas y disfrutes, tanto como yo, el amor que nos une.

Marcela.